Parménides (siglo V a. de C.) fue una figura que
influyó notablemente en el pensamiento occidental. Su teoría sobre el ser se
presenta como la contrapartida de la filosofía del devenir de Heráclito. Considerado el verdadero creador de la metafísica.
Para Parménides, la única vía real del
conocimiento es la razón, la del ser, cuyos atributos son la inmutabilidad, la
eternidad, la indivisibilidad, la homogeneidad y la inmovilidad. Concibe al ser
como una esfera compacta y rígida e identifica el ser con el pensar, afirmando
que si el ser es, no puede no ser, de modo que descubre el principio de
identidad: el ser es y el no ser no es, afirmación lógica en contraposición a
Heráclito, que afirmaba que el ser era el devenir o sea el ser y el no ser.
El mundo sensible para Parménides es una
apariencia, una ilusión de nuestros sentidos, una ilusión de nuestra facultad
de percibir.
Hay un mundo sensible que es ininteligible y que
no podemos comprender por la razón porque sólo es comprensible el mundo
inteligible, el mundo del pensamiento.
Decía Parménides: “no necesitaré salir de mi
mismo para conocer la auténtica realidad del ser… las cosas fuera de mi, el ser
fuera de mi, es exactamente idéntico a mi pensamiento del ser…con sólo mi
pensamiento lógico descubriré las propiedades esenciales del ser…ser y pensar
es lo mismo”.
Esta es la base de la filosofía occidental.
Coincido con el pensamiento de Parménides en
cuanto a la identidad entre el Ser y el pensar, porque creo que somos lo que
pensamos y que hacemos el mundo a nuestro alrededor con nuestros pensamientos.
Según sea mi modo de pensar así será el mundo que construiré a mi alrededor.
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